Cuando te vuelva a ver
no me voy a reconocer,
nos he pensado tantas veces
que tendremos los ojos
desgastados
de tanto mirarnos.
Tu boca será un Big Ben desconectado,
me dirás que llego tarde
y yo me diré que
no
llegué nunca.
Cuando te vuelva a ver
llevaré tu camisa rota,
se me verán los no me
quiero
por los cuatro costados.
Y tú nunca vas a quererme.
Cuando me vuelvas a ver,
seré el deshielo del ártico
justo el mismo día
que creí que liberarías al preso
condenado injustamente.
Esta vez me cogerás en brazos
y me hundirás a tiempo,
¿Yo nunca te quise?
Cuando volvamos a vernos
yo habré reconocido el disfraz
que le puse a mi cuerpo
el día del entierro.
Voy a reconocer que me enamoré
de ti, igual que lo hizo
el preso del carcelero
cuando tintineó la llave frente a sus ojos.
Y tú nunca vas a quererme.
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